Albóndigas de bacalao bien de ajo
Valoraciones
4.5 (2)Preparación
60 minDificultad
MediaDescripción
Las albóndigas son como las croquetas: nadie dice que no a una (o a medio kilo). Así que de entrada, pegan a la perfección en tu menú de venganza. Si el objetivo es llevar a cabo una venganza generalizada en tu oficina, basta con que las pongas en el microondas compartido en hora punta, para que huela hasta en el ascensor, si bien para esto es mucho mejor llevar paella. Si te consta además que la persona a la que quieres boicotear ha quedado con alguien en Tinder por la tarde, este es el crimen perfecto: una buena tapa de nuestras albóndigas de bacalao bien de ajo.
Naturalmente, si decides hacer un plato normal, basta con que rebajes la presencia de ajo y te van a quedar unas albóndigas de bacalao de padre y muy señor mío para conquistar al que se siente en tu mesa.
Ingredientes
Raciones para 4
Preparación
Comenzamos la receta poniendo en remojo el bacalao (también podemos usar migas de bacalao) durante un par de horas antes de empezar con la elaboración. También se puede explorar la posibilidad de no desalarlo, una ruleta rusa para el estómago de cualquier ser humano.
Ponemos a hervir las patatas sin pelar hasta que al pincharlas estén cocidas. Dejamos enfriar y pelamos. Reservar.
En una sartén con el aove, doramos hasta que la cebolla troceada se quede transparente. Una vez doradita, retiramos la sartén del fuego e incorporamos el ajo y el perejil picaditos, los piñones y la cucharada de pimentón y le damos a todo junto unas vueltas con el calor residual. Reservamos.
En un bol, aplastamos las patatas con un accesorio específico o con un tenedor, pero recuerda NO triturarlas nunca. Escurrimos el bacalao y lo incorporamos a las patatas bien desmenuzado. Añadimos el sofrito que tenemos reservado en la sartén y mezclamos bien.
Echamos a la masa una yema de huevo (reservamos la clara para el rebozado) y trabajamos la mezcla hasta que podamos amasar con facilidad con las manos para formar las piezas. Si vemos que queda la masa muy seca, podemos añadir algo más de yema.
Comenzamos a formar las albóndigas, redondas o alargadas, que también existen, tú decides.
En este momento puedes decidir añadir un poco o mucho ajo, PERO MUCHO AJO, para sorprender a tu futuro ex-jefe o a esa persona que deseas no volver a ver, digamos, el resto de tu vida. O puedes dejarlo como está, y disfrutar de esta receta.
Una vez formadas las pasamos por la clara SIN batir y las freímos en abundante aceite hasta que queden bien doradas.
Servimos las albóndigas acompañadas de alioli, de habitas tiernas o cebolla confitada. Cualquier opción es perfecta para acompañar a estas deliciosas albóndigas de bacalao.
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