Hacer recetas horripilantes suele ser lo que sucede en la mayoría de los hogares el resto del año, pero solo la noche de Halloween las haces con verdadera intención. Como queremos que dediques más tiempo a montar la decoración de tu fiesta y a tu disfraz que a la cocina —solo por esta vez—te echamos un cable con la parte creativa en la mesa de picoteo. Con tan solo algunos pequeños trucos con ingredientes fáciles de conseguir puedes convertir un huevo frito en un plato espeluznante (y no nos referimos a un “león come gamba”) puedes conseguir unas recetas de Halloween de miedo. Pasen y vean:
Ketchup o mermelada de fresa
Nadie dice “no” a algo que lleve ketchup, aunque sea paella (podemos visualizar desde aquí vuestro rostro de repelús). Por otro lado, junto con la mermelada de fresa, es un complemento perfecto para fingir sangre falsa e incluso sangre con sustancia visceral, en plan "pasaba por aquí y se me cayó un cacho de cerebro en la bandeja de sándwiches". Sabemos de buena tinta que muchos bandas de música utilizan este truco de atrezzo en el escenario para dar miedete, aunque luego se quedan los amplificadores hechos un asco. En fin, clásicos que nunca mueren. Qué chistaco de Halloween.
Arañas por todos los rincones
Aquí aconsejamos dejar las que ya tengas en casa (“en mi casa no hay arañas, está todo muy limpio” claro, claro… en las nuestras tampoco hay, guiño, guiño). Puedes poner ocho palitos a modo de patas a prácticamente cualquier alimento para transformarlo en aterradoras arañas. Usa como cuerpo principal desde aceitunas negras a galletas tipo oreo, o dibuja tus arañas con chocolate sobre unas galletas… el cielo es el límite.
Calabazas hasta en la sopa
Según dónde vivas tendrás una especialidad de calabaza u otra, pero todas aprovechables para hacer prácticamente cualquier receta buenísima. Además, puedes darle forma con un molde o con un cuchillo a bizcochos, tartas, tortillas… y las recetas con calabaza no tienes ni qué pensarlas que ya las ponemos nosotros. Muy Hallowinense todo. Ahora sí que te damos miedo, entre palabras inventadas y anglicismos para marketing de contenidos ¿eh, filólogo?
Amenazadores cuchillos
Si vas justo de tiempo, clavar un cuchillo de los grandes (o de los que no cortan, que dan aún más miedo) coronando cualquier plato es muy top. No pongas uno de esos de mantequilla, que en vez de por miedo, tus invitados morirán de vergüenza ajena. Dos cositas aquí: ni lo hagas en una fiesta de cumpleaños infantil, ni en fiestas con mucho alcohol de por medio. Si te tenemos que explicar el porqué, mejor no lo hagas de ninguna de las maneras.
Googly eyes
Son muy graciosos en cualquier época del año, las cosas como son. Poner un par de ojos a tus platos de comida y aperitivos le da un toque diferente y un poco inquietante. Otra opción es que te hagas con una bolsa de globos oculares (FALSOS) y los esparzas por la mesa o incluso en el mismo plato. Si pones unos ojos en unos muffins que te has currado y no se los come nadie al final de la noche, tenemos malas noticias José Luis: no son los ojos, es tu receta, que da más miedo.
Seguramente, tendrás en la manga algunos trucos más para tus recetas de Halloween, como el uso y el abuso de los colorantes alimentarios (y que no falte para algunas recetas) y detalles varios. Porque el objetivo es hacer de esta noche algo un poco especial y diferente para disfrutar.