La conectividad en el hogar ha supuesto una de las revoluciones más evidentes en ámbito doméstico, pasando a ser un guion de película a una realidad en cualquier casa. Una cocina inteligente te ayuda de manera palpable en el día a día y estira las horas del día como un chicle para el mejor motivo que se nos ocurre: dedicarte tiempo a ti para lo que quieras. ¿Cómo nos ayudan los electrodomésticos inteligentes? Te damos algunas pistas:
Precisión de chef de estrella Michelin
Los electrodomésticos inteligentes te hacen subir varios peldaños hacia el éxito culinario, esto es así. Básicamente, porque minimizan la cantidad de errores que uno puede cometer por despistes y desconocimiento. Si puedes conectarlos con un asistente virtual, como Alexa con Teka Home, tendrás a mano a un pinche de cocina doméstica para guiarte, por ejemplo, en cada uno de los pasos de una receta. Además, suelen incluir funciones bastante intuitivas, con lo que tu periodo de aprendizaje y romper el hielo con tus electrodomésticos inteligentes será corto y podrás utilizarlos desde el primer día.
Comodidad de los electrodomésticos inteligentes
Probablemente, la característica más evidente de este tipo de conectividad. Los electrodomésticos inteligentes van a hacer tu vida mucho más cómoda. Manejar desde el móvil tu cocina es un paso natural y hasta necesario teniendo en cuenta la gran necesidad que tenemos de recuperar un tiempo precioso para dedicarnos a otras cosas. Que bien puede ser cocinar, pero hay un trecho importante entre hacerlo por gusto y hacerlo por obligación, así como lo hay entre emplear el tiempo en mirar la cacerola para que no se te pase el arroz o saber que eso ya está cubierto y poder ir preparando la guarnición al mismo tiempo, tranquilamente.
Haz que cocinar sea un placer y no una carrera contra el tiempo dejándote seducir por las apps de los electrodomésticos inteligentes. No te preocupes que no vas a perder neuronas por usar mucho el móvil, para eso están los crucigramas y el Wordle.
Tranquilidad ante todo
Saber que en la cocina está todo controlado y no vas a ir por ahí quemando la cena porque estás al teléfono es tranquilidad que te llevas. Tu placa puede programarse sin problema para saber cuándo encenderse, a qué intensidad de temperatura, durante cuánto tiempo y cuándo apagarse, igual que puedes controlar tu horno vía WiFi. No hace falta que estés pendiente del reloj o temer que se te vaya el santo al cielo. Con los electrodomésticos inteligentes compras también tranquilidad para ti y los tuyos.
Ahorro de tiempo y dinero
Otra de las razones más evidentes para empezar a conformar tu cocina conectada. Poder manejar en remoto los electrodomésticos supone también un ahorro evidente de tiempo. Y, a la larga, también de dinero. Están preparados para optimizar al máximo el consumo energético gracias a un control total de la temperatura y los tiempos de cocción. Y eso se nota en la factura de la luz.
Poder programar la cocción de una o varias recetas, significa además libertad para decir a tu app del móvil desde el ascensor que se ponga en marcha tu horno inteligente o controlar que la receta va justo como estaba previsto sin moverte del sofá. Di adiós a darle al botón del pause de tu serie mientras cocinas la cena o a salir corriendo cada dos por tres para que no se te pase el arroz mientras acabas de bañar a los niños.
Multitarea, pero de verdad
Nos hemos hecho auténticos expertos en hacer varias cosas a la vez, a veces, hasta todas bien. Sin entrar en detalles de si esto es bueno o malo, lo cierto es que es una realidad diaria. Tener electrodomésticos inteligentes mejora exponencialmente las posibilidades de triunfar con tu multitasking. Puedes escuchar con Alexa cuántos gramos de pasta tienes que hervir para unos tagliatelli mientras deslizas tu dedo en la placa para accionar la función hervir y la campana inteligente se activa sola al percibir que has empezado a cocinar.
La app, como en el caso de Teka Home, también puede ayudarte a aprovechar al máximo las características de tu electrodoméstico, algo que no siempre hacemos. Descubrir las funciones más allá de encendido o apagado, tener acceso a la resolución de posibles problemas de una forma rápida e intuitiva o mantenerlo en condiciones óptimas para que dure años están tan lejos como deslizar tu dedo por la aplicación y explorar todas sus posibilidades.